martes, 15 de diciembre de 2015

Manejo del portapapeles desde la línea de comandos

El portapapeles está muy bien para copiar y pegar texto con el ratón, pero a veces nos puede interesar manipularlo de forma no interactiva, desde la línea de comandos o desde nuestros scripts.

Dos comandos especialmente populares en el mundo Mac permiten esto: pbcopy y pbpaste. Las iniciales "pb" significan "pasteboard", que es como llaman al portapapeles en los Mac, mientras que en Linux y Windows suele usarse más el término "clipboard", aunque en el fondo esto es cuestión de caprichos.

Aunque pbcopy y pbpaste sean los más famosos, los otros sistemas operativos también tienen comandos que podemos utilizar para lograr lo mismo. En Windows, tenemos el comando clip.exe (aunque me parece que sólo funciona para copiar, pero el pegado ha de ser interactivo). 



En Linux tenemos bastantes más opciones, mi elección ha sido el comando xsel. No viene en la distribución estándar, pero se instala fácilmente con 

$ sudo apt-get install xsel 

Si investigais un poco encontraréis otras herramientas (xclip...), con multitud de opciones.

De todas formas, tan populares se han hecho los nombres originales del mundo Mac que yo he optado por seguir el consejo que dan en muchas páginas web: hacer un alias para esos comandos. Para ello, en el fichero de configuración $HOME/.basrc no hay más que añadir estas dos líneas:

alias pbcopy='xsel --clipboard --input'
alias pbpaste='xsel --clipboard --output'

Aquí podéis ver un ejemplo para copiar un calendario al portapeles desde la línea de comandos y pegarlo luego tanto en la línea de comandos como en un editor de texto:


Para sacarle partido a fondo, ya se sabe:

$ man xsel | less
 
Ale, a copiar y pegar y copiar y pegar y copiar y pegar.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Visto y no visto: una parte ocultable en una página web

Los usuarios, esas ricuras

Me encantan los usuarios contradictorios. Al fin y al cabo, esas contradicciones no dejan de reflejar la naturaleza humana, así que no hay por qué asustarse. Hay que saber escucharlos, y darles lo que realmente quieren o necesitan, que muchas veces no coincide exactamente con LO QUE TE PIDEN.

En esta ocasión, por un lado me piden que les incluya un texto fijo en una página web, unas instrucciones que deben ser utilizadas y tenidas en cuenta por todos los que utilizan la página. A veces la aplicación web les devuelve determinados resultados y los usuarios tienen que consultar en la documentación en papel, unas normas complejas que en los últimos meses están cambiando bastante (dependen de unas leyes un tanto "inestables"). Tener la información a la vista en la página, mientras usan el programa, les evitaría tener que abandonar la página para sumergirse en los papeles.

Pero, por otro lado, tener delante el texto, todo el tiempo, les molesta. Funcionalmente, no aporta utilidad al programa. No se necesita consultar siempre, sólo si el programa devuelve determinados datos, para dar explicaciones, para realizar procesos manuales... Así que, mientras unos me piden que el texto esté a la vista, otros me pregunta si no se puede quitar, ya que les "ensucia" la página.

O sea, resumiendo, quieren que las instrucciones se vean, pero al mismo tiempo, no se vean. Qué ricos.

Fig. 1. Que se vea, pero que no se vea. 
Foto: Jorge A. Loffler, Flickr, licencia CC BY-SA 2.0

Texto ocultable

Para resolver esto se pueden dar muchas soluciones, y seguro que los especialistas en interacción persona-ordenador lo han estudiado hasta la saciedad. El tema de dónde ubicar un elemento en la interfaz de usuario no es algo para tomarse a la ligera, sobre todo en aplicaciones que tengan cierta repercusión, con un alto número de usuarios. 

Una opción sencilla sería poner las instrucciones en una página aparte, y en la página principal poner un enlace, que se abra en una nueva ventana o pestaña. Sin embargo, en esta ocasión, yo me voy a limitar a una solución también muy simple y bastante efectiva, a juzgar por el feedback que me han dado los usuarios.

La técnica consiste en comenzar con el texto oculto en la página, y un botón que permita visualizarlo o volver a ocultarlo a placer. También se podía haber hecho justo al contrario: empezar con el texto visible, y que el usuario pueda ocultarlo. La elección de cualquiera de las dos alternativas depende de la naturaleza y necesidad del texto. En mi caso, es un texto que sólo hay que consultar de forma ocasional, con lo que interesa que la mayor parte del tiempo esté oculto. Por eso al cargar la página el texto no se muestra. Si fuera un mensaje de lectura obligatoria, para que nadie pueda decir que no lo ha visto, por ejemplo, pues comenzaría con el texto visible y el botón permitiría ocultarlo (y visualizarlo de nuevo, claro). En fin, estos detalles parecen tonterías pero muchas veces son tonterías importantes, así que si uno se encuentra situaciones similares, es buena idea dedicarle una pensada de unos minutos o, mejor aún, preguntarle a los usuarios, que son quienes al fin y al cabo van a valorar la utilidad del software.

Pasando ya a lo meramente técnico, nos basaremos en tres cosas:
  • identificadores de elementos
  • código HTML de un elemento (propiedad innerHTML)
  • botón con una función Javascript asociada

Identificadores de elementos

Prácticamente cualquier elemento de una página puede tener un identificador (un id) que podemos utilizar para hacer referencia a él desde código Javascript. Esto incluye también a los párrafos, así que en vez de escribir

<p>Párrafo de texto</p>

Escribiremos

<p id="mensaje">Párrafo de texto</p>

Para poder manipularlo desde el código Javascript, accederíamos a ese elemento con la llamada

document.getElementById("mensaje");

Queremos comenzar con el texto oculto, lo que equivale a decir que el texto inicial del párrafo esté vacío. Debajo de ese párrafo pondremos un botón y debajo del botón, el resto de la página:


1 <p id="mensaje"></p>  
2 <button id="bInfo1" onclick="botonPulsado()">Mostrar mensaje</button> 
3 <p>Aquí va el resto de la página</p>

Como puede verse, el botón responderá al clic invocando a la función botonPulsado, que mostraremos más adelante.

Código HTML

Por otro lado, algunos elementos DOM tienen la propiedad innerHTML, que es un valor textual que representa el código HTML asociado a ese elemento. En el caso de un párrafo, es el texto HTML que se mostrará dentro. Esta propiedad puede ser tanto de lectura como de escritura, así que podemos recuperar el valor del párrafo o podemos asignarlo. Por ejemplo:

texto = "hola, caracola";
document.getElementById("mensaje").innerHTML = texto;

La función Javascript

Por último, necesitaremos una función que cambie el contenido del párrafo en cada pulsación del botón, mostrando u ocultando el texto, alternativamente. Esto se hará comprobando si el párrafo en ese momento está vacío o no:

    if (document.getElementById("mensaje").innerHTML == "") {
        document.getElementById("mensaje").innerHTML = texto;
        document.getElementById("bInfo1").innerHTML = "Ocultar mensaje";
    } else {
        document.getElementById("mensaje").innerHTML = "";
        document.getElementById("bInfo1").innerHTML = "Mostrar mensaje";
    }

Con esto, ya tenemos las tres piezas de nuestro pequeño puzzle. Así quedaría la página completa:



01 <HTML>  
02 <HEAD> 
03 <script> 
04 function botonPulsado() { 
05 texto = 'Esto es un bloque de texto <br>\  
06 que debería poder mostrarse u ocultarse <br>\  
07 según lo desee el usuario. Por ejemplo, unas<br>\  
08 instrucciones de cómo actuar en determinados casos,<br>\  
09 o unos teléfonos de contacto de emergencia...<br>\  
10 En general, cualquier información útil que tenga que<br>\  
11 estar rápidamente accesible<br>'  
12 if (document.getElementById("mensaje").innerHTML == "") { 
13 document.getElementById("mensaje").innerHTML = texto;  
14 document.getElementById("bInfo1").innerHTML = "Ocultar mensaje";  15 } else { 
16 document.getElementById("mensaje").innerHTML = ""; 
17 document.getElementById("bInfo1").innerHTML = "Mostrar mensaje"; 18 }  
19 }  
20 </script> 
21  
22 </HEAD> 
23 <BODY> 
24 
25 <H1>Página importantísima, con un mensaje secreto</H1>  
26  
27 <P ID="mensaje"></P>  
28 <BUTTON ID="bInfo1" ONCLICK="botonPulsado()">Mostrar mensaje</BUTTON>  
29 <P>Aquí va el resto de la página</P>  
30  
31 </BODY>  
32 </HTML>

Listado 1. La página al completo

Y si la probamos veremos el resultado de las imágenes:


Y una vez pulsado el botón


Unos comentarios finales

Como vemos, la técnica de mostrar y ocultar un elemento es muy sencilla, pero también muy versátil. Se puede utilizar, entre otras cosas, para
  • textos de instrucciones, notas legales o mensajes de ayuda para el usuario
  • bloques de iconos
  • una sección de enlaces corporativos
  • ...y cualquier otra cosa que se os ocurra y para la que tenga sentido verse y ocultarse
Como curiosidad, os comento que un par de usuarios me han felicitado efusivamente por el resultado. Para ellos, resulta muy práctico olvidarse de mirar los papeles cuando están en la página y tienen que consultar la normativa. La técnica empleada en la página, desde un punto de vista técnico, es una trivialidad, pero oyendo sus alabanzas parece que uno les hubiera hecho la aplicación del siglo, ya que han quedado muy satisfechos.

Esto viene a recordarnos que no todo es calidad técnica o calidad objetiva, sino que también es muy importante la calidad percibida por el usuario. De hecho, podemos rompernos la cabeza ideando virguerías técnicas y haciendo que nuestro programa sea una maravilla tecnológica, pero si los usuarios no lo perciben así, entonces quizás no tiene tanta calidad. O sin quizás.

Quien de verdad puede valorar algo es quien lo usa. Esto no es una verdad absoluta (recordemos el caso de los coches de Volkswagen: los usuarios podían estar satisfechos con la conducción, comodidad... pero su calidad tecnológica no llegaba a las exigencias legales en materia de emisiones), pero es importante tener en cuenta qué cosas podemos dar que aporten mayor valor a los usuarios de nuestras aplicaciones.

Esas cosas que aportan valor no siempre han de suponer un esfuerzo técnico muy alto, así que es bueno estar atentos para detectarlas y poder darlas. Así, con poco esfuerzo podemos aumentar el nivel de satisfacción de nuestros usuarios. Que los usuarios estén contentos es bueno para ellos y mejor aún para nosotros.

Bueno, aquí corto ya el rollo. A seguir programando.Y que los usuarios de vuestros programas os lo agradezcan, al menos ahora que se acerca la Navidad.


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